El sabado se presentó por los madriles el señor pequeño con su chica, con lo cual hubo que sacarlos a dar una vuelta nocturna.
Les preparamos en un momento (abuelo y yo) una rutina de lo mas variopinta... Tras tapear algo en el Parrondo, empezamos con el Cherri (antro de esos que hay que ir una vez en la vida), pasandonos a continuación al Templo del Gato (bar rockero).
Y acabando en el Elastico (discoboite) (Tenía muchas ganas de ver este local. El local es una pasada (muy diafano, dos ambientes, barras enormes). La pena es que no pudimos verlo en su apogeo, ya que nos largamos cuando la cosa se estaba poniendo bien).
Y como todo no va a ser madrilear, el domingo a dar un paseín a la pedra, a ver a los coleguis escalar... Es una gozada ver como baja el rio Manzanares.
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