jueves, mayo 24, 2007

La isla de los sentimientos

Hubo una vez, una isla donde habitaban todas las emociones y todos los sentimientos humanos que existen. Convivían por supuesto, el temor, la sabiduría, el amor, la angustia, la envidia, el odio... Todos estaban allí. A pesar de los roces naturales de la convivencia, la vida era sumamente tranquila e incluso previsible. A veces la Rutina hacía que el Aburrimiento se quedara dormido o el Impulso armaba algún escándalo, pero muchas veces la Constancia lograba aquietar el Descontento.

Un día, inesperadamente para todos los habitantes de la isla, el Conocimiento convocó una reunión. Cuando la Distracción se dio por enterada y la Pereza llegó al lugar de encuentro, todos estuvieron presentes. Entonces el Conocimiento dijo:- Tengo una mala noticia que darles, la isla se hunde. Todas las emociones que vivían en la isla dijeron:-¡No, cómo puede ser! ¡Si nosotros vivimos aquí desde siempre! El Conocimiento repitió:- La isla se hunde. -¡Pero no puede ser! ¡Quizá estás equivocado! – el Conocimiento casi nunca se equivoca – dijo la Conciencia dándose cuenta de la verdad-. Si él dice que se hunde, debe ser porque se hunde. -¿Pero que vamos hacer ahora?- Se preguntaron los demás. Entonces el Conocimiento contestó: -Por supuesto, cada uno puede hacer lo que quiera, pero yo les sugiero que busquen la manera de dejar la isla... Construyan un barco, un bote, una balsa o algo que les permita irse, porque el que permanezca en la isla desaparecerá con ella. -¿No podrías ayudarnos? – Preguntaron todos, porque confiaban en su capacidad. – No- dijo el Conocimiento-, la Previsión y yo hemos construido un avión y en cuanto termine de decirles esto volaremos hasta la isla mas cercana.
Las emociones dijeron:- ¡No! ¡Pero, no! ¿Qué será de nosotras? Dicho esto, el Conocimiento se subió al avión con su socia y llevando de polizón al Miedo, que como no es zonzo ya se había escondido en el motor, dejaron la isla. Todas las emociones, en efecto, se dedicaron a construir un bote, un barco, en velero...Todas...salvo el Amor.
Porque el Amor estaba tan relacionado con cada cosa de la isla que dijo:- Dejar esta isla...después de todo lo que viví aquí...¿Cómo podría yo dejar este arbolito, por ejemplo? Ahh...compartimos tantas cosas...
Y mientras las emociones se dedicaban a fabricar el medio para irse, el Amor se subió a cada árbol, olió cada rosa, se fue hasta la playa y se revolcó en la arena como solía hacerlo en otros tiempos. Tocó cada piedra...y acarició cada rama...Al llegar a la playa, exactamente desde donde el sol salía, su lugar favorito, quiso pensar con esa ingenuidad que tiene el amor.
-Quizá la isla se hunda por un ratito...y después resurja...¿Por qué no?- Y se quedo días y días midiendo la altura de la marea para revisar si el proceso de hundimiento no era reversible...
La isla se hundía cada vez mas...sin embargo el Amor no podía pensar en construir, porque estaba tan dolorido que solo era capaz de llorar y gemir por lo que perdería. Se le ocurrió entonces que la isla era muy grande y que aun cuando se hundiera un poco, siempre él podría refugiarse en la zona mas alta...cualquier cosa era mejor que tener que irse. Una pequeña renuncia nunca había sido un problema para él. Así que, una vez mas, tocó las piedrecitas de la orilla...y se arrastró por la arena...y otra vez se mojó los pies en la pequeña playa que antes fue enorme...
Luego, sin darse demasiado cuenta de su renuncia, caminó hacia la parte norte de la isla, que si bien no era la que mas le gustaba, era la mas elevada...
Y la isla se hundía cada día un poco más...y el Amor se refugiaba cada día en un espacio más pequeño...- después de tantas cosas que pasamos juntos- le reprochó a la isla.
Hasta que, finalmente sólo quedó una minúscula porción de suelo firme, el resto había sido tapado completamente por el agua. Justo en ese momento el Amor se dio cuenta de que la isla se estaba hundiendo de verdad. Comprendió que, si no dejaba la isla, el amor desaparecería para siempre de la faz de la tierra...
Caminando entre senderos anegados y saltando enormes charcos de agua, el Amor se dirigió a la bahía.
Ya no había posibilidad de construirse una salida como la de todos, había perdido demasiado tiempo en negar lo que perdía y en llorar lo que desaparecía poco a poco ante sus ojos.
Desde allí podría ver pasar a sus compañeros en las embarcaciones. Tenía la esperanza de explicar su situación y de que alguno de sus compañeros le comprendiera y le llevara.
Observando el mar, vio venir el barco de la riqueza y le hizo señas. La Riqueza se acercó un poquito a la bahía. –Riqueza, tu que tienes un barco tan grande, ¿no me llevarías hasta la isla vecina? Yo sufrí tanto la desaparición de esta isla que no pude fabricarme un bote...y la Riqueza le contesto:- estoy tan cargada de dinero, de joyas y de piedras preciosas, que no tengo lugar para ti, lo siento...-y siguió su camino sin mirar atrás.
El Amor siguió observando, y vio venir a la Vanidad en un barco hermoso, lleno de adornos y florecitas de todos los colores. Llamaba muchísimo la atención. El Amor se estiró un poco y gritó:- ¡Vanidad...Vanidad...llévame contigo! La Vanidad miró al Amor y le dijo:- me encantaría llevarte, pero...¡Tienes un aspecto!¡Estás tan desagradable! tan sucio y tan desaliñado, perdón pero creo que afearías mi barco- y se fue.
Y así el Amor pidió ayuda a cada una de las embarcaciones. A la Constancia, a la Sensualidad, a los Celos, a la Indignación y hasta al Odio. Y cuando pensó que ya nadie más pasaría, vio acercarse un barco muy pequeño, el último, el de la Tristeza.
Tristeza, hermana- le dijo- tu que me conoces tanto, tú no me abandonarás aquí, eres tan sensible como yo..¿Me llevarás contigo?
Y la Tristeza le contestó: - Yo te llevaría, te lo aseguro, pero estoy taaaaan triste...que prefiero estar sola- y sin decir más, se alejó.
Y el Amor, pobrecito, se dio cuenta de que por haberse quedado ligado a esas cosas que tanto amaba, él i la isla iban a hundirse en el mar hasta desaparecer. Entonces se sentó en el último pedacito que quedaba de su isla a esperar el final...
De pronto el Amor escuchó que alguien chistaba:- chst, chst, chst...
Era un desconocido viejito que le hacía señales desde un bote de remos. El Amor se sorprendió:- ¿A mi?- preguntó, llevándose una mano al pecho. –Si,si- dijo el viejito-, a ti. Ven conmigo, súbete a mi bote y rema conmigo, yo te salvo. El Amor le miró y quiso darle explicaciones:- Lo que pasó fue que yo me quedé...- Entiendo- dijo el viejito sin dejarle terminar la frase-, sube.
El Amor subió al bote y juntos empezaron a remar para alejarse de la isla. No pasó mucho tiempo antes de ver como el último centímetro que quedaba a flote terminó de hundirse y la isla desaparecía para siempre.
Nunca volverá a existir una isla como esta – murmuró el Amor, quizá esperando que el viejito le contradijera y le diera alguna esperanza. – No- dijo el viejo, como esta, nunca.
Cuando llegaron a la isla vecina, el Amor comprendió que seguía vivo. Se dio cuenta de que iba a seguir existiendo. Giró sobre sus pies para agradecerle al viejecito, pero este, sin decir una palabra, se había marchado tan misteriosamente como había aparecido. Entonces, el Amor, muy intrigado, fue en busca de la Sabiduría para preguntarle:- ¿Cómo puede ser? Yo no lo conozco y él me salvó... Nadie comprendía que me hubiera quedado sin embarcación, pero él me ayudó, él me salvó y yo ni siquiera se quien es...
La Sabiduría lo miró a los ojos un buen rato y dijo:- Él es el único capaz de conseguir que el amor sobreviva cuando el dolor de una perdida le hace creer que es imposible seguir adelante. El único capaz de darle una nueva oportunidad al amor cuando parece extinguirse. El que te salvó, Amor, es el Tiempo.

Jorge Bucay.

18 comentarios:

Vlady dijo...

Que hay:

Veo que te gustó ;)

Yo sólo os mando Joyitas...

Salu2

Anónimo dijo...

Qué bien. Alguien me entiende.
He leído un par de libros de Jorge Bucay y alguna revista de Mente Sana, cosa que ha provocado cahondeo entre mis compañeros de trabajo.

Anónimo dijo...

...claro que luego los cuentos no me los aplico demasiado bien...

Vlady dijo...

Que hay:

Hay mucho detractor de este escritor.

Sólo puedo opinar por esta historia que le mandé a Icoba.
A mi me parece que tiene razón, aunque con el detalle de que El Tiempo lleva a un compañero en la bodega de la nave que no sale en el cuento. La costumbre. Que hace que aprendamos a vivir con el recuerdo de esa persona sin que nos duela.

Salu2

Anónimo dijo...

Vlady, yo también me había inventado un final diferente del cuento con algún personaje de más.

El Amor no está solo en la isla, está con el Recuerdo. En la barca llegan dos, el Tiempo y la Esperanza. En mi versión del cuento el Amor los reconoce y no duda en subirse al barco, así ya no se sentirá viejo (se envejece cuando el Recuerdo es más fuerte que la Esperanza) Mientras el barco se aproxima, se despide del Recuerdo pero una vez dentro lo compara con la Esperanza. La Esperanza es mucho más grande. ¿Por qué no invitar a venir al Recuerdo? Lo que se olvida es como si nunca hubiera existido y yo quiero que haya existido. El Amor le tiende la mano al Recuerdo para que suba.

Qué dices César? Qué se me va la pinza otra vez?

Anónimo dijo...

Quiero decir,
El Amor sólo piensa en el pasado, en el Recuerdo del viejo amor. Si con la ayuda del Tiempo el Amor tiene Esperanza en un nuevo amor, el Amor ya no será Viejo, pero esto no hace que quiera no tener Recuerdo del viejo amor.
Es lo que dices de "aprender a vivir con el recuerdo de esa persona sin que nos duela", y no sólo sin que nos duela, sino además con una sonrisa cuando aparezca ese recuerdo.

Ahora hablando claro: a ver si en el evento de esta noche ligo algo;-)

PD: no sabía que tuviéseis mal de amores.

Vlady dijo...

Que hay:

Aunque no firmas con nombre alguno, creo que sé quien eres. Tu perfecta escritura te delata de nuevo ;)
Interesante lo que planteas. Demuestras madurez y razonamientos, dos cualidades difíciles de encontrar juntas.

Yo tuve mal de amores (¿y quien no?) hace ya "mucho tiempo" pero ya cogí la barca en buena compañía de tres. Me bajé a la bodega y allí estuve hablando largo y tendido con la Costumbre y el Hábito (grandes amigos uno del otro) hasta que el tiempo nos interrumpió, golpeando en la puerta para avisar que había localizado tierra firme en el nuevo horizonte.

Anónima, mi Isla se hundió hace tiempo y cuando giro la cabeza desde esta barca, ni siquiera la distingo. No la olvido y no quiero hacerlo, ya que toda experiencia nos enriquece de una manera u otra pero ya tengo la vista puesta en esa nueva orilla, que aunque aun está lejana, promete nuevas e interesantes vivencias que no quiero perderme.

Besos Anónima salmantina ;)

PD: Espero que hubiera suerte en ese evento ;)

cesarob dijo...

Yo no digo nada: solo dejo esto.
Y digo que vlady... ya vas camino de ser un bucay ;).
Bueno... si digo algo, no puedes olvidar la isla (realmente) hasta que encuentres otra en la que te quedes.

Vlady dijo...

Que hay:

Cierto CesarOB.
Me falta el detalle de que el Tiempo, me dejó un catalejo con el que vi de cerca la orilla y en su anaranjada playa estaba el Objetivo saludando y avisando de su presencia. Y es que lo importante me dijo una vez la Experiencia, es siempre tener un Objetivo, aunque este no vaya con su prima la Seguridad. ;)

Salu2

LAS SUPERNENAS dijo...

el tiempo es sabio y al final es el que cura todo.. pero creo que tiene algo negativo que pasa y pasa rapido.. así que vivir cada momento porque EL TIEMPO ... TIENE UN FIN.

OS QUIERO.

Anónimo dijo...

Sí, la supernena tiene mucha razón.
Os deseo que disfruteis de camino a la isla.

BUEN VIAJE !!!

Chinita dijo...

«la primera ventaja es que cuando el CUENTO/TIEMPO llega al final no se acaba, sino que se cae por un agujero... y el CUENTO/TIEMPO reaparece en la mitad del CUENTO/TIEMPO. La segunda ventaja, y la más grande: que desde aquí se le puede CAMBIAR el rumbo»...
Has visto Lucía y el sexo????
Pues, eso.

cesarob dijo...

Coño Chini!!!! cuanto tiempo....
¿sigues currando mucho?
Me encantó esa peli.

Chinita dijo...

jjejeje...llegé noche de vacas, y estoy paseandome por estos lares a ver que se cuece....y mira tú por donde, me vinieron los recuerdos con el presente
Curro, curro como una china...no veas, pero ya t contaré.
bsts

Chinita dijo...

P.D...he publicado un post, decicado a cesarob.
"decide cómo usar tu tiempo..puedes llegar, incluso, a malgastarlo"

Lola Steiner dijo...

Jo, lo siento. Pero me parece un autor de pésima calidad, un cursi y un aprovechao.

Isadora re dijo...

Hola a todos, pues, ya que estamos, opinaré.
Les mando el link por esto de no saturar el espacio ni interferir en el humor de quien no quiere ser interferido.

Besos y como recomendación, hay textos con mensajes similares y mejor redacción.


http://isadora-er.blogspot.com/2007/05/al-sr-bucay.html

Mll D. dijo...

Caos, no me funciona el link,
a ver:

al señor bucai